martes, 11 de mayo de 2010

La Herencia de Maquiavelo

CRITICA DE LIBROS
LA HERENCIA DE MAQUIAVELO
Marcelo A. Barbuto
ROBERTO R. ARAMAYO y JOSÉ LUIS
ViLLACAÑAS (comps.),
La herencia de Maquiavelo.
Modernidad y voluntad de poder,
Madrid, FCE, 1999, 333 pp.
I
Para aquellos que investigamos las diferentes
aristas del pensamiento maquiaveliano
es estimulante la publicación de
una obra que se arriesgue a conjugar una
renovada comprensión teórica textual
con la confrontación con escuelas filosóficas
posteriores. El norte del conjunto
ordenado por Aramayo y Villacafias se
define como una reflexión sobre las razones
del Estado en tensión con la razón
de Estado, como señala al finalizar Elias
Díaz recordando el asesinato por parte
de ETA del profesor y ex Presidente del
Tribunal Constitucional Francisco Tomás
y Valiente.
El dolor de una realidad política que se
torna incontrolable parece haber engendrado
el escenario para una puesta en escena
completa y variada de una serie de
interrogantes que hacen a la tarea de repensar
la relación de la acción y el pensamiento
político. Antes de aceptar la conversión
de la política en una instancia filosófica
más alejada de la luctiiosidad del
factum, o caer en la pasividad producida
por la mera aceptación del desenfreno
sin medida, se ha tomado de Maquiavelo
la ventó ejfettuale della cosa a partir de la
cual componer una medicina útil para la
conversión no ya de la política, sino de
los que tienen la responsabilidad de haceria,
sobretodo frente a aquellos que nos
silencian las explicaciones y las respuestas
y nos dejan sólo con «preguntas sin
perdón» (p. 13).
He ordenado mi breve comentario en
tres secciones. Comentaré, en primer lugar,
los trabajos que realizan una tarea
de lectura textual o intentan acercarse a
ella. Seguidamente, los que leen a Maquiavelo
desde postulados posteriores y
ajenos. En cada caso, agregando elementos
a un debate que sigue creciendo, intentaré
señalar hasta donde puedo los
aportes y las deficiencias. Por último, en
un tercer apartado realizaré algunos comentarios
sobre la propuesta misma de
la compilación.
n
Villacañas Berlanga piensa la «contradicción
interna» entre El príncipe y Discursos,
como la tensión entre técnica y ética
política. Critica la perspectiva de I. Berlin.
Antes que el dualismo, la divinidad del
deseo, la ciencia, la estética y la magia
imponen el pluralismo. Su interrogante es
oportuno: «La imagen de Maquiavelo
como técnico es el síntoma más preciso
de su fracaso como teórico político» (p.
21). La necesidad de redimir a la ciudad
mediante la fortuna de uno parece una
empresa condenada a fiustrarse. Las preguntas:
¿Cómo reconocer ai legislador
constitucional, al moderator, al redentor
que combate la corrupción del tiempo?
¿Cómo explicar el pasaje del Estado a la
república? ¿Cómo el príncipe nuevo puede
dar lugar al vivere politicol Maquiavelo
en este punto diferenciaría el stato de la
200 R1FP/16(2000)

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